Los exquisitos frijoles son leguminosas con muchos nombres, hasta donde sé: judía, habichuela, poroto, frejol y frijol. Son muy tradicionales en la comida mexicana, considerados a menudo como comida de "pobres" debido a su caracter popular; son "corrientes", "comunes", son frijoles. A pesar de su desprestigio y de lo subvalorado que están, a mí me encantan en todas sus formas. Y qué mejor que tenerlos en la huerta, para engalanarla y ahorrarme unos pesos, porque, a decir verdad, ya no son tan económicos como solían ser.
Bien, los frijoles, como cualquier otra leguminosa, aportan nitrógeno al suelo y requieren poco abono. Por eso decidí sembrarlos en una parte de mi huerta que no ha sido fertilizada, en el área de las "leguminosas".
La variedad de frijol que he sembrado es "flor de mayo". Hasta donde sé, esta variedad es de planta, es decir, no necesita tutores (no es trepadora) para poder crecer. La siembra la he realizado al inicio de junio, en surcos separados 60 cm, colocando 3 semillas en pocetas separadas de 15 a 20 cm. Las semillas que utilicé no son más que las que me sobraron de un paquete de frijoles comprados en el supermercado.
Me sorprende mucho la facilidad con que crecieron los frijoles. En la mayoría de los casos ¡las 3 semillas germinaron! A continuación comparto mi experiencia:
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